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sábado, 19 de enero de 2008

Richard Roxburgh, de profesión, actor - Parte 1

No es mi propósito crear un fansite, sino dar un espacio a un actor de sólida formación y con una estupenda carrera. Mi fascinación por el arte dramático me lleva a observar en los teatros o en cine el carisma de los actores y averiguar cómo se formaron y lo que hacen. El monstruo hollywoodense suele triturar a muchos de ellos, yo no los culparía, hay tanto dinero de por medio que es muy difícil resistirse a la tentación, pero lo que me parece admirable es transitar por esa máquina de sueños y continuar con la carrera artística sin que ésta se arruine. No me quiero transformar en una especie de fiscal de este actor, pero he leído en internet muchas críticas negativas a algunas de sus actuaciones en cine, lo cual me parece falto de fundamentos sólidos, y generalmente teñido por un desconocimiento de lo que es la labor actoral. Es el tema de la creación de un personaje. Roxburgh fue injustamente atacado por su interpretación de "Dracula" en el film "Van Helsing". Un actor y su actuación pueden o no gustar, esto no se puede negar, es inevitable. Pero he notado que la mayoría de los críticos de cine se atan a los clichés, y todo aquello que sale de éstos, es tomado por extravagante y extraño. El caso que traigo acá es el del cliché llamado "Conde Drácula". Desde la aparición de la novela de Bram Stoker, se han hecho cientos de películas sobre el mentado conde. Quien haya leído la novela notará con gran sorpresa que este conde es el gran ausente de la misma y tal vez en ello se puede reconocer la fascinación por el mismo. Stoker tomó elementos de la historia real de Vladislav Dracula, voivoda (el monarca militar del principado de Valaquia en la antigua Rumania del siglo XV) con elementos de su época. Y a su vez, todo su discurso fue reinterpretado por guionistas y directores de cine, para construir la imagen de Dracula, la cual quedó fijada a fuego con la interpretación de Bela Lugosi en 1931. Y luego sucedió un fenómeno: cuando en 1994 Francis Ford Coppola decidió hacer el film ajustándose al máximo a la novela de Stoker, y Gary Oldman interpretando este rol, se produjo un nuevo molde, considerado único e irrepetible, por lo cual quita la posibilidad a otros actores de crear. Resumiendo: si no ven un Dracula según Lugosi o según Oldman, no es Dracula. Esto le pasó a Roxburgh. En muchas entrevistas confesó que deseó hacer su propia composición del personaje, sin teñirlo con los matices de otros actores. El fenómeno según mi criterio se halla en la visualización de Dracula. Como le quitó el "barroquismo" de Oldman, y la formalidad europea ahistórica de Lugosi, su interpretación fue tildada de "mala", lisa y llanamente. Será porque en el film solamente dos veces muestra los colmillos y sus ojos en vez de rojos se vuelven blancos como los de los perros siberianos? Será porque despojó de todos los elementos que la gente se empeña en adjudicarle a Dracula? Será porque una sola vez toma la cruz y ésta se le incendia en la mano? Será porque una estaca no lo mata? Será porque se vistió sencillamente con una chaqueta abrochada con alamares y unas botas de caña alta sin mayores adornos salvo una hebilla que sujeta su espeso cabello castaño oscuro? No se lo perdonaron. Cómo no iba a llevar túnicas extrafalarias, morder cuellos a cada instante, hipnotizar a todo el que desee, moverse según lo indica Oldman o Lugosi? Ahora Dracula dejó de ser él mismo para ser Oldman o Lugosi. Y si alguien como Roxburgh se atreve a hacer algo totalmente diferente, no se lo perdonan. Continuaré luego con esto, defendiendo con fundamentos la interpretación monumental de Roxburgh.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy cierto eso de los "moldes" sobre Dracula, aunque creo que si tomamos la historia filmica de las diferentes actuaciones, el que hizo escuela y sentó las bases para el llamado género de terror, fue el que interpretó Max Schreck en Nosferatu (1922) dirigido por F. W. Murnau, cine mudo todavía. Ese es, a mi entender, el único drácula que ha causado verdadero terror. Su imagen por si sola ya es espeluznante y Schreck hizo una interpretación despojada de cualquier sentimiento humano. En esta pelicula, dracula es en verdad un mounstro al que vale la pena cazar y matar.
De ahí en adelante, Hollywood produjo 4 "moldes" más de dracula, hoy por hoy inamovibles:
El drácula de Bela Lugosi, con su profunda mirada negra que, aunque aún daba miedo, ya empezaba a incluir un muy ligero toque sensual en sus acciones, siendo dracula un conde de capa y bien peinado, capaz de seducir a sus victimas antes de atacarlas. Fue toda una revolución para la época del '30.
Luego llegaría el dracula de Christopher Lee, que aunque no es tan recordado por el público en general, si es muy valorado a la hora de marcar parámetros vampiricos. Además fué la primera película en la que se introdujo fuertemente el tema del erotismo entre vampiro y victima, algo que produjo bastantes escandalos en 1958 cuando la película fue estrenada.
De ahí al drácula de Gary Oldman. Vampiro gótico a más no poder, que pone todo el enfasis de su interpretación en un amor oscuro, sensual y sexual más que en lo terrorifico.
Y finalmente, el cuarto "molde" es el de Brad Pitt en Entrevista con un vampiro. Esta película estableció una nueva imagen para dracula. Ya no es un vampiro de garras afiladas y cuerpo retorcido como el de Schreck, ni un conde de profunda mirada, ni un principe buscando por toda la eternidad a su amada. Ahora es un hombre desolado, con una necesidad espiritual y filosófica que nadie puede satisfacer. Un ser triste que recorre los tiempos buscando sentirse humano otra vez pero con el peso de un pasado que no puede soportar.
Como verás, en ninguno de estos "moldes" cabe el querido Roxburgh. No pienso que sea por un problema con su interpretación de dracula. Creo que fue un error en el argumento base de la película.
Hay un famoso dicho que dice: "el que mucho abarca poco aprieta" y creo que en este caso se cumplió al tratar de meter varias historias famosas dentro de una misma pelicula.
De repente, el espectador debe lidiar con: Van Helsing y su amnesia, el romance entre él y Anna Valerious, los inventos del profesor Frankenstein, hombres lobo, vampiresas amantes de dracula, enigmas sagrados ocultos, la iglesia y hasta con el verdadero monstruo Frankenstein en determinado momento. ¿Qué queda para Dracula? poco menos que una presentación, un decorado que justifique todas las demás historias.
En medio de esto, Roxburgh realizo el mejor dracula que podría encajar en la película. Un vampiro con un proposito claro, un pasado que lo cansa en ciertos momentos, con muchos secretos legendarios y un carácter fuerte que le permite dominar a todos los que lo rodean.
Creo que Roxburgh hizo el mejor papel en el espacio artistico que tenía dentro de una pelicula que quiso abarcar todas la historias de terror y terminó siendo un confuso apretón de ideas.

Un saludo y felicitaciones Alexandra por el blog.
Mystic

Alexandra Scaffino dijo...

Mystic querida, placer total recibir un mensaje con solidez argumental. Estoy de acuerdo contigo, en casi todo lo que mencionas. Respecto de los "moldes", no incluí a Max Schreck ni Bela Lugosi porque por el momento me parecía excesivo, puesto que si así lo hacía debí incluir a Christopher Lee y a Frank Langella, pensando también en el futuro Dracula a mi entender, si es que a algún productor hollywoodense se le ocurre, debería ser Andy García. Con respecto a "producir miedo" estoy de acuerdo contigo en que la interpretación de Max Shreck es por momentos espeluznante, apuntó al ser perdido en una nada de horrores, de soledad, de angustia, de furia, hasta de vacío... Y si, el molde lo puso Lugosi y lo siguieron todos. Y si, Oldman es un "gótico" como dices, yo usé la palabra "barroco" aplicable a su vestuario, su actuación, su composición del personaje. Y la de Roxburgh concuerdo totalmente contigo, se perdió en medio de un guión que a Sommers se le fue de la mano, por eso digo que del film Van Helsing, miren los primeros siete minutos, si bien fueron pensados como un homenaje a las películas en blanco y negro sobre el tema, en esos minutos Roxburgh está impagable.

Espero verte siempre por aquí!
Alexandra